Comprender y no solo entender

A veces no nos damos cuenta lo rápido que pasa el tiempo. Vivimos día a día contrarreloj y cuando cualquier momento se complica nos detenemos a entender nuestros errores e intentar mejorar.

Puede que sea por algo que uno mismo hace mal o por determinadas circunstancias no sale como esperaba, pero otras veces podrá depender de las personas que tiene a su alrededor, de los consejos que haya recibido o de las experiencias que ha vivido. Pues bien, en ese caso quien esté a tu lado podrá ayudarte a ver que las cosas no son fáciles, que quien algo quiere algo le cuesta como dicen...Pero que en ese caso esa persona estará ahí. Y aunque no comparta tu opinión o actitud en todo momento, intentará entenderte pero no solo eso, sino también comprenderte. 

Ahí está la clave, la empatía. No solo ponerse en la piel del otro, sin importar lo diferente que sean las personalidades o la situación en la que estén. Lo importante es hacerlo a su lado y sentir cómo esa persona que necesita que le escuches, ayudes o aconsejes.

Es algo difícil, pero hay que intentarlo porque hay que pensar que quizás tu estuviste o estarás en algún momento en esa tesitura. La necesidad de sentirse comprendido o escuchado es vital y cuidado porque no significa que nos encante que nos regalen los oídos, sino que es necesario sentir el apoyo y la fuerza de alguien que te importa y aprecias.

Y por ese motivo, elegimos a quién queremos tener a nuestro lado. Sea por la empatía, la confianza o la sinceridad...en la amistad o el amor son esenciales para que en nuestro día a día consigamos metas que a veces hayamos pensado inalcanzables o superemos obstáculos que creíamos imposibles.



Os dejo el enlace al post Empatía: el hilo invisible que une dos corazones de El universo de lo sencillo  que ha sido el "culpable" de que me pase por aquí de nuevo para dejar una pequeña parte de mí, aunque quizás solo sean manías mías...o no.



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