Reír hasta que nos duela la tripa


Dicen que reír alarga la vida, y puede que así sea. Pero a lo que realmente ayuda es a hacerla mucho más fácil. Si nos reímos disfrutamos del día a día, de las personas que tenemos a nuestro lado o de las cosas más simples que nos gustan. Al reír no importa nada más y eso es lo bueno que tiene. Consiste en dejarte llevar y reír hasta que nos duela la tripa...

Porque aunque lleguemos a tener agujetas, después recordaremos por qué nos reíamos y puede que volvamos a hacerlo sin parar o ya más calmados lo recordemos con una gran sonrisa. Gracias a la risa podemos olvidarnos de los días que se complican, del estrés o de los problemas que nos rodean...Sin duda, es la mejor medicina y cura de todos nuestros males.

Aunque muchas veces esté en nuestra mano reír o no. Unas veces nos sale sin avisar y otras ocasiones no aparece por ningún lado. Pero estamos equivocados. De nosotros depende. Tenemos que intentar buscar siempre el lado bueno de las cosas, aprender de cualquier error. Si nos sale mal, nos reímos, aunque sea de nosotros mismos, y tiramos para adelante pero con una gran sonrisa que siempre está mucho mejor.

La risa estará donde menos te la esperes, y al final llega para animarte en un día gris y para hacerte ver que la vida es mucho mejor si la vivimos sonriendo.  ¡Así que a por ella! Porque la risa siempre tiene cabida y más si es para dar un toque de color. Y si la cosa se complica y vas a llorar...¡¡que sea de risa!!

Aunque quizás sean solo, o no, manías mías...

Gracias a cada una de las personas que hicieron posible que ayer fuera un cumpleaños muy FELIZ :)



Comentarios

Entradas populares