No para de llover


Menudos días, además del estrés y el agobio que llevo encima, no para de llover. Casi todos los días durante la tarde de estudio en un momento de distracción miro por la ventana y veo gota a gota caer la lluvia. En realidad lo prefiero pues así tengo menos ganas de salir a la calle, aunque cualquier excusa es buena para dejar de estudiar. Porque no puedo más.

Quiero que acabe todo esto ya. Y es que el tiempo podría pasar rápido al igual que como caen las gotas en una gran tormenta. Pero es al contrario es como si el tiempo se detuviera y cada segundo fuese eterno. Durante ese momento da mucho para pensar, simplemente darle vueltas a la cabeza. Y ya se que eso no me ayuda pero me sale sólo. Pensar en general, en lo que pasará, llegará y como será.

Pensar en el futuro está bien, pero es mejor centrarse en el presente, en disfrutar el momento. Y por mucho que digan que volver al pasado no sirve de mucho, yo estoy segura de que sí. Pues vuelves a los recuerdos que mantienes, quizás me plantee en si hice algo mal y como podría haberlo cambiado pero la verdad que no encuentro una explicación. Y me duele. Porque en ese momento el tiempo fue como la lluvia, pues sentir ese escalofrió en una milésima de segundo en que se acaba todo. Solo sientes frió, y te sientes sola como si estuvieras en una parque dejando caer la lluvia sobre tu cuerpo. Así me sentí yo, y lo peor que lo recuerdo todo muy rápido. Pues es como fue, lo que daría por haber detenido el tiempo en ese instante porque yo sabia lo que quería. Quería empezar algo, algo nuevo y distinto. Y lo que mas me dolió... pensaba que era de verdad y era con él.

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