¡A por el 2016!

Hoy ponemos fin a otro año. El 2015, uno más. Con buenos momentos que me han hecho reír y disfrutar y aunque también con algunos malos pero que han servido para aprender de los errores. 

En estas fechas es momento de hacer balance, de reflexionar sobre lo que has vivido durante 365 días...que ahora ya quedan atrás.

No sabría muy bien cómo resumir este año pero en pocas palabras diría que ha sido un gran aprendizaje. En todos los sentidos, tanto de manera personal como profesional. 

Por fin, he podido "trabajar" o dedicarme durante un tiempo a lo que se supone que haré cuando termine este año la carrera. Durante dos intensos meses fui casi periodista. Y fue una gran experiencia que agradezco mucho a cada una de las personas que me enseñaron y ayudaron.

Pero además este año me ha servido para aprender. Me ha enseñado que no importa lo que vendrá. Hay que vivir el presente, el momento. Carpe diem, porque no te queda otra.

¿De qué nos sirve estar pensando en qué vamos a hacer dentro de dos o tres meses si no nos paramos a disfrutar de lo que tenemos ahora?

No se...cada vez estoy más convencida de que todo pasa por algo. Será destino o casualidad. Pero igual que las cosas pasan justo en un momento concreto, aparece una persona de repente que rompe todos tus esquemas...y te sorprende. La vida es así. 

Así que vamos a disfrutar de lo que nos rodea, de cualquier detalle o pequeño momento porque al final son los más grandes. Y aunque también a veces el camino se tuerce o eches en falta a alguien...siempre hay un motivo por el que tirar para adelante. Así que encuentralo. 

Hoy nos despedimos de un año pero damos la bienvenida a uno nuevo. ¿Qué nos deparará o con qué no nos sorprenderá? No lo sé. Solo sé que lo mejor es dejarse llevar y vivir al minuto...aunque quizás son solo, o no, manías mías.