Harían falta más miradas...
Pasamos los días de un sitio a otro, haciendo las cosas dentro de nuestra rutina. Salir de casa, coger el autobús o el coche y llegar a tu lugar de trabajo o donde estudias. Aunque pensemos que todos los días va a ser el mismo camino, no lo es. Cada detalle puede marcar la diferencia, pero lo importante es percibirlo y no dejarlo pasar...
Hace unos días yo misma subí a un autobús de vuelta a casa, cansada y con pocas ganas de hacer nada, y lo primero que hice fue coger mi móvil, como otras tantas personas que había en el autobús. Nos resguardamos en ese pequeño aparato y ¿para qué?... Si solo fuera por un momento que lo dejaramos de lado, seríamos conscientes de lo que hay a nuestro alrededor: personas, conversaciones, anécdotas o miradas.
Qué importantes son las miradas. Dicen que los ojos son el espejo del alma, y que razón tienen. No se trata solo de observar a una persona y ver cómo es en general simplemente por su apariencia o por las cosas que hace. Consiste en mirarle a los ojos, dejarse llevar y sentir, sobre todo sentir. Con cada mirada transmitimos, a veces, más que con palabras. Tanto con gente que te entiendes siempre, como con la que no.
Esto me recuerda a un video de Dulcineastudios que vi hace un tiempo donde se muestra Lo que ocurre al mirar a un desconocido a los ojos.
Por eso desde aquí animo y me obligo a mi misma a mirar. A dejar de lado por unos instantes toda esta tecnología que nos tiene atrapados, o enganchados. Que por tan solo unos minutos podemos vivir sin ella y tenemos que disfrutar de lo que nos rodea. No podemos perdérnoslo.
Y recuerda: mira, porque hay miradas que lo dicen todo...
aunque quizás sean solo, o no, manías mías
Comentarios
Publicar un comentario